En su conferencia del pasado 2 de febrero, con motivo de nuestro webinar Energías Alternativas ante la Tormenta Perfecta, Marcos Urarte expuso su experta visión sobre geoestrategia, geopolítica y geoeconomía en el actual contexto europeo. Ofreció un interesante repaso a las motivaciones históricas de los países y la importancia de los equilibrios que conforman el escenario geopolítico mundial. Asímismo, destacó la necesidad de ver más allá de la actualidad informativa, muchas veces contaminada de excesivo ruido informativo generado por los propios implicados.
Geoestrategia: del mundo VUCA al mundo VI2RCA2S
En los años noventa, el ejército norteamericano acuñó el término VUCA, acrónimo de Volatility, Uncertainity, Complexity and Ambiguity, para definir el mundo desde un punto de vista militar. Convertido en estándar en geoestrategia militar, se trasladó hace unos años al mundo empresarial, intensificándose su uso en los últimos 5 años. Pero ya antes de la pandemia de COVID19, el Grupo de Reflexión Estratégica del Estado Mayor de la Defensa de España (del que Marcos Urarte es miembro), consideró que el término había quedado desfasado y propuso una evolución que contemplase la complejidad del contexto global: VI²RCA²S.
El VI²RCA²S, resultado del acrónimo de Volatilidad, Incertidumbre, Ruido, Complejidad, Ambigüedad y Simultaneidad de disparidades con la combinación de Inmediatez y Aceleración (de ahí los cuadrados en I y A), busca definir mejor las distintas caras de un prisma cada vez más complejo. En este escenario, tanto gobiernos como empresas deben estar en constante interacción y verificación y asumir un alto grado de incertidumbre en sus previsiones.
Plan ‘Made in China 2025’ y el Collar de Perlas
Es conocido desde hace tiempo un documento creado por el gobierno chino que detalla la estrategia del gigante asiático para los próximos años, titulado ‘Plan Made in China 2025’. De hecho, y pese a su título, este documento abarca en realidad planes hasta 2045. En el plan se detalla la estrategia y los ámbitos en los que China quiere ser la potencia dominante en esa fecha: electrónica, maquinaria agrícola, nuevos materiales, ahorro energético, robótica, tecnologías de la información, equipo aeroespacial, tecnologías de ferrocarril, ingeniería naval avanzada y, por último, equipo médico.
Por otro lado, China es ya un actor importantísimo en las rutas comerciales, creando lo que se conoce como Nueva Ruta de la Seda, que extiende su conexión hasta el Pireo, Rotterdam o incluso Madrid. Utilizando su dominio comercial en ese corredor, el gobierno chino está desarrollando una estrategia militar llamada “Estrategia del collar de perlas”, cuyo objetivo es controlar los principales puertos (las perlas) para asegurar el tráfico comercial, y, a la vez, poder construir puertos de aguas profundas que puedan albergar buques de guerra.
En este contexto, existe una zona de especial interés para China: el Mar Oriental de China. Posiblemente sea uno de los puntos calientes más susceptibles de entrar en conflicto. Y un conflicto en esa zona podría paralizar la economía mundial, puesto que un tercio de los barcos comerciales, un tercio del petróleo y dos tercios del gas licuado que se exporta cada día circulan por esa zona.
Los 8 puntos clave del tráfico marítimo comercial
Existen también otros puntos clave que podrían bloquear el tráfico marítimo comercial, y a los que hay que prestar especial atención. Estos puntos, como el Canal de Panamá, el Estrecho de Gibraltar, o el canal de Suez, el Estrecho de Mandeb (Mar Rojo) son extremadamente vulnerables. Cualquier bloqueo ahí supone un grave problema económico, como se pudo ver en marzo de 2021, cuando el portacontenedores Evergreen, uno de los mayores del mundo, embarrancó en el Canal de Suez, paralizando su tráfico durante unos pocos días que afectaron a la economía durante meses.
El Ártico y la Ruta de la Seda Polar
Pero todavía quedan zonas por explotar, y el Océano Ártico es una de ellas. Contienen enormes reservas de gas, petróleo y todo tipo de materiales. Además, cuando el imparable calentamiento global convierta sus aguas en navegables todo el año, la ruta por el Ártico puede ser entre dos y tres veces más barata que las que transitan por el canal de Suez o por el Canal de Panamá. Es de prever que muchas de las rutas comerciales de hoy en día se desplazarán al Ártico, convirtiendo los solitarios puertos de Siberia en puertos comerciales muy importantes.
Cuando esto ocurra, Rusia tendrá un papel predominante, puesto que es quien controla la mayoría de esos puertos. Es por este motivo que China ya ha llegado a un acuerdo con Rusia para establecer lo que se ha denominado la Ruta de la Seda Polar.
Y Europa ¿qué?
En todo este contexto, Europa, por desgracia, tiene poco que decir. Depende completamente de las grandes potencias tanto para el abastecimiento de materias primas como a nivel tecnológico, convertida en mera extensión de los intereses americanos, que no siempre son los mejores para el viejo continente.
Así las cosas, a Europa se la ha llegado a denominar “el vagabundo tecnológico”, puesto que ha perdido toda capacidad no sólo de liderazgo o innovación, sino incluso en defensa y seguridad. Y eso, en un futuro que se dibuja completamente digital, es una debilidad que puede costarle muy caro.