Las prácticas agrícolas que contribuyen a la captación neta de carbono han ganado terreno en España en la última década, con una superficie total ocupada de más de 2,2 millones de hectáreas. Las dos principales prácticas de este tipo de «agricultura del carbono» son las cubiertas vegetales en cultivos leñosos, que ocupan una superficie de 1,35 millones de hectáreas, y la siembra directa, que ha alcanzado las 845.000 hectáreas.
El informe elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) indica que las cubiertas vegetales han aumentado un 15%, y la siembra directa ha experimentado un incremento del 65%, respecto a la década anterior. Dentro de la superficie total de cultivos leñosos, las cubiertas vegetales suponen ya el 25%, siendo la cubierta espontánea la principal técnica, especialmente en olivar, con 781.026 hectáreas (28% de la superficie de este cultivo).
Rendimientos satisfactorios y con margen de mejora
Se han comparado los rendimientos obtenidos en parcelas sin laboreo frente a los de siembra convencional en un periodo de cinco años (2017-2021), siendo las diferencias medias pequeñas. En el caso de los cereales de invierno, los rendimientos fueron sólo un 0,6% superiores con siembra convencional en parcelas de secano y un 1,4% superiores con siembra directa en parcelas de regadío. Esto confirma la viabilidad agronómica de estos sistemas de gestión del suelo, y aún hay margen para una mayor expansión.
El Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PAC) de España incluye cuatro prácticas que entran dentro del ámbito de la agricultura de carbono: el pastoreo extensivo, la agricultura de conservación con siembra directa, las cubiertas vegetales espontáneas o sembradas y las cubiertas inertes de restos de poda. Según el MAPA, la captura neta de carbono en tierras agrícolas puede compensar hasta el 4% de las emisiones antropogénicas anuales medias mundiales de gases de efecto invernadero durante el resto del siglo. La Comisión Europea (CE) ha propuesto un objetivo de eliminación neta para 2030 de 310 millones de toneladas equivalentes de CO2 en el sector del uso de la tierra, la silvicultura y la agricultura, para lograr la neutralidad climática de todo el sector en 2035.
La creciente popularidad de la agricultura de captación de carbono en España
Las prácticas agrícolas que contribuyen a la captación neta de carbono se han hecho cada vez más populares en España durante la última década, ocupando un total combinado de más de 2,2 millones de hectáreas. Las cubiertas vegetales de cultivos leñosos, la técnica de agricultura de carbono más utilizada, han crecido un 15% hasta ocupar 1,35 millones de hectáreas, mientras que la siembra directa ha experimentado un incremento del 65% y ocupa ya 845.000 hectáreas de superficie agrícola.
El informe del MAPA revela que la cubierta vegetal representa el 25% de la superficie total de cultivos leñosos, siendo la cubierta espontánea la principal técnica, sobre todo en el olivar (781.026 hectáreas, es decir, el 28% de la superficie de este cultivo). Los rendimientos comparados de las parcelas de siembra directa frente a las de siembra convencional durante un periodo de cinco años muestran que las diferencias son pequeñas, siendo el rendimiento de los cereales de invierno sólo un 0,6% superior con siembra convencional en parcelas de secano, y un 1,4% superior con siembra directa en parcelas de regadío.
Objetivo UE: neutralidad climática en 2035
La Comisión Europea (CE) ha propuesto un objetivo de eliminación neta para 2030 de 310 millones de toneladas equivalentes de CO2 en el sector del uso de la tierra, la silvicultura y la agricultura, para lograr la neutralidad climática de todo el sector en 2035. Con los resultados confirmando la viabilidad agronómica de estos sistemas de gestión del suelo, y con margen de expansión, la popularidad de la agricultura de captación de carbono parece que seguirá creciendo en España.