¿Qué significa el nuevo impuesto al plástico no reutilizable para 2023?

El nuevo impuesto al plástico no reutilizable entró en vigor el 1 de enero de 2023, tal y como había sido recogido en la ley de residuos que entró en vigor en abril de 2022. Esta medida, que llega en paralelo con la rebaja del IVA del Gobierno en los productos de la cesta de la compra, ha sido recibida con gran preocupación por parte de diversas patronales como la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), quienes solicitaron al Gobierno el aplazamiento de la misma, tras la suspensión de la medida en Italia, debido al gran impacto económico que supone su cumplimiento.

Un impuesto contra los envases de plástico no reutilizables, con excepciones

Esta ley establece como no reutilizables aquellos envases que no han sido diseñados para rotar a lo largo de su ciclo de vida o para usarse con el mismo fin varias veces. Esto es, desde vasos de plástico hasta los propios rollos que se utilizan para embalar el transporte de productos.

El impuesto afecta a todos los envases, incluidos los destinados a contener o transportar mercancías, exceptuando aquellos que forman parte “integrante” de un producto para preservarlo durante su vida útil.

La cantidad de plástico no reutilizable que contienen los productos es la que determina el precio del nuevo impuesto de 2023, que será de 0,45 euros por kilogramo. Esto incluye, además, los envases compuestos con varios materiales, si uno de ellos es el plástico. No se aplicará el impuesto si el que contienen es reciclado.

No estarán sujetos al nuevo impuesto las pinturas, tintas, lacas o adhesivos que se incorporan a los productos destinados a contener o proteger productos, los preparados para lactantes de uso hospitalario o residuos peligrosos de origen sanitario, los rollos de plástico para ensilados de uso agrícola y ganadero, ni los relacionados con usos médicos especiales. Asimismo, no se aplicará para las “pequeñas importaciones” intracomunitarias de envases cuya cantidad total de plástico no reciclado sea menor a cinco kilogramos.

Este impuesto no solo se aplicará a los productos fabricados en España, sino también a los que se importen de manera intracomunitaria si contienen plásticos no reutilizables, siempre que la cantidad sea superior a cinco kilogramos.


¿Qué implicaciones tiene el nuevo impuesto?

Esta nueva medida tendrá diversas implicaciones para la industria, tanto a nivel económico como medioambiental. Una de ellas es el aumento de costes para los productores, lo que podría derivar en un encarecimiento de los precios de los productos, que representaría una dificultad añadida para muchos sectores debido a la situación económica actual.

Por otro lado, esta medida puede ser un gran impulso para otros sectores, como el del reciclaje, que podría generar inversión y empleo. Esto sería un gran paso parar fomentar la movilización hacia la economía circular, una tendencia que cada vez cobra más fuerza, y que puede ayudar a reducir los residuos plásticos, uno de los principales responsables del cambio climático.

Además, el impuesto no solo puede tener un impacto en los productores, sino también en los consumidores. Esto supondrá una disminución en la demanda de productos de plástico no reutilizables, lo que llevará a los fabricantes a buscar alternativas más sostenibles. Esto puede significar un cambio en el uso y la fabricación de productos, con la consiguiente reducción de la huella de carbono.

Por último, el impuesto puede ser una forma de incentivar la recuperación de los residuos plásticos y su reciclaje, lo que supondría un paso importante para conseguir una economía más sostenible y el aprovechamiento de los recursos.


Conclusión

El nuevo impuesto al plástico no reutilizable en 2023 supone una medida importante para luchar contra el cambio climático y la contaminación causada por los residuos plásticos. Esta nueva normativa puede ser un gran impulso para la economía sostenible, aunque tendrá diversas implicaciones para los productores y los consumidores. Será necesario hacer un seguimiento de esta medida y ver sus efectos a largo plazo para poder medir su impacto de manera realista.